miércoles, 11 de junio de 2008

El Greco


Doménikos Theotokópoulos (Candía, Creta, 1541 - Toledo, 1614), conocido como El Greco (El Griego), fue un pintor del final del Renacimiento que desarrolló un estilo muy personal en sus obras de madurez.
Hasta los 26 años vivió en Creta donde fue un apreciado maestro de iconos en el estilo post
bizantino vigente en la isla. Después residió diez años en Italia donde se transformó en un pintor renacentista, primero en Venecia asumiendo plenamente el estilo de Tiziano y Tintoretto, después en Roma estudiando el manierismo de Miguel Ángel.
En 1577 se estableció en
Toledo, España, donde vivió y trabajó el resto de su vida. Su obra la componen grandes lienzos para retablos de iglesias, numerosos cuadros de devoción para instituciones religiosas en los que a menudo participó su taller y un grupo de retratos considerados del máximo nivel. En sus primeras obras maestras españolas se aprecia la influencia de sus maestros italianos. Sin embargo pronto surgió un estilo propio caracterizado por sus figuras manieristas extraordinariamente alargadas, delgadas, fantasmales, muy expresivas, llenas de misticismo y con iluminación propia, así como el empleo de una gama de colores buscando los contrastes. Este estilo se identificó con el espíritu de la Contrarreforma y se fue extremando en sus últimos años.

Estilo plateresco


Plateresco es un estilo arquitectónico exclusivo del Renacimiento español. Aparece a comienzos del siglo XV y se extiende durante los dos siglos siguientes.
El Plateresco es una fusión de los componentes del
mudéjar y del gótico flamígero: inclusión de escudos y pináculos o fachadas divididas en tres cuerpos (mientras que las renacentistas están divididas en dos). Pero incorpora también elementos renacentistas como las columnas o algunos elementos decorativos.
Está caracterizado por fachadas fuertemente adornadas, como si se tratasen de obras de
orfebrería (de ahí su nombre).
En general, se caracteriza por sus adornos de coronas, escudos y frutas. Algunos de los edificios representativos del Plateresco son:
- El
Hostal de los Reyes Católicos, obra cumbre del plateresco. (Santiago de

Compostela)
- La fachada de la
Universidad de Salamanca
-La fachada de la
Universidad de Alcalá de Henares
- La
Casa de las Conchas de Salamanca
- El
Hostal de San Marcos de León
- El
Ayuntamiento de Sevilla
- La Fachada del Perdón y el Balcón de las Reliquias de la
Catedral de Coria
- La Puerta de la Pellejería de la
Catedral de Burgos.
- El
Hospital del Rey de Burgos
- El trascoro y antecripta de la
Catedral de Palencia
- La
Universidad de Oñate

La Armada Invencible


La Grande y Felicísima Armada, más conocida como la Armada Invencible, fue el nombre que dio Felipe II a la gran flota que armó en 1588 para invadir Inglaterra durante la Guerra anglo-española de 1585-1604. El envío por parte de Felipe II de esta flota, con la intención de invadir y controlar la política exterior inglesa (principalmente en lo referente a la piratería y la guerra de Flandes), supuso el comienzo de las hostilidades de una guerra en la que finalmente España consiguió que Inglaterra solicitara la paz y firmara un tratado favorable a los intereses de la monarquía hispánica en Londres (1604). No obstante, esta campaña naval se considera una derrota española, ya por la pérdida de navíos en el temporal, como por la épica lucha entre los dos titanes y que impidió el desembarco de 30.000 hombres en las costas inglesas. Aun así, después del fuerte temporal frente a Escocia e Irlanda, más de la mitad de los navíos llegaron a las costas españolas. Sin embargo, la supremacía española en los mares permanecería indiscutida hasta la Batalla de las Dunas (1639).[

San Ignacio de Loyola


Su nombre

Las referencias de la propia Compañía de Jesús [1] nombran a Ignacio como Íñigo López de Loyola aunque por los apellidos de sus progenitores debería ser Iñigo Yáñez de Oñaz y Loyola y a veces se le ha llamado Íñigo López de Recalde, pero este nombre se lo dio por error un copista.
Entre
1537 y 1542 cambió el nombre de Íñigo por el de Ignacio, como él mismo decía por ser más común a las otras naciones o por ser más universal. Es también conocido por la versión latina de su nombre, Ignatius de Loyola. Iñigo es el nombre castellano de Eneko y por él lo conocieron y trataron gran parte de su vida; él mismo, por decisión personal, lo cambió por el de Ignacio -Ignatius- latino, cuando se graduó de Magister. No está muy claro el momento en que se muda el nombre de Iñigo por el de Ignacio. Al principio, ya en su época de santidad, firmaba sus cartas como: De bondad pobre, Iñigo. En 1537 aparece por vez primera el nombre de Ignacio en sus cartas, firmando en latín. Desde entonces, aparecen en sus escritos ambos nombres: cuando escribe y firma en castellano, usa el Iñigo, y cuando lo hace en latín o italiano, escribe Ignacio. Y desde 1542 desaparece el Iñigo, que reaparece sólo en una ocasión, en recado escrito por Fr. Barberá en 1546. Fuera de este caso, en los catorce años últimos de su vida siempre se firmó como Ignacio.
Algunas hipótesis apuntan a que el cambio de nombre fue debido a la devoción que Íñigo tenía a San
Ignacio de Antioquía, pero no hay datos que puedan confirmarlo.

Niñez

Siendo el menor de los varones de trece hermanos, Íñigo no fue el segundón de su familia. Su destino estaba claro, ser hombre de armas o dedicarse a Dios. Su niñez la pasó en el valle de Loyola entre las villas de Azpeitia y Azcoitia en compañía de sus hermanos y hermanas. Su educación debió ser marcada por las directrices del duro mandoble y del fervor religioso, aunque nada cierto se sabe de la misma.
Ignacio de Loyola descubrió los principios del
romanticismo con sus cantos a su padre. La relación con su padre era muy intensa.

Juventud

El año 1506 ó 1507, coincidiendo con la muerte de su madre, el Contador Mayor de Castilla, Juan Velázquez de Cuéllar, pide al Señor de Loyola que le mande un hijo suyo para tenerlo como propio. Entre los hermanos se decide mandar al menor, a Íñigo, que va a Arévalo donde pasaría un mínimo de once años, hasta 1517, realizando frecuentes viajes a Valladolid y manteniéndose siempre muy cerca de la Corte, ya que su protector era Consejero Real además de Contador.
En este tiempo aprende lo que un gentil hombre debe saber, el dominio de las armas. La biblioteca del Arévalo era rica y abundante, lo que dio alas a su afición por la lectura y en cuanto a la escritura, no dejó de pulir su buena letra. Se le consideró un muy buen escribano. Él mismo califica esos tiempos como
dado a las vanidades del mundo y principalmente se deleitaba en ejercicio de armas con un grande y vano deseo de ganar honra.
En
1517 Velázquez de Cuéllar cae en desgracia (al morir Fernando el Católico) y al año muere. Su viuda, María de Velasco, manda a Íñigo a servir al duque de Nájera, Antonio Manrique de Lara, que era virrey de Navarra, donde dio muestras de tener ingenio y prudencia, así como noble ánimo y libertad. Esto quedó reflejado en la pacificación de la sublevación de Najéra en la Guerra de las Comunidades de Castilla (1520-1522), así como en conflictos entre villas de Guipúzcoa en los cuales destaca por su manejo de la situación.
En
1512 las tropas castellanas conquistan el Reino de Navarra, con varios episodios bélicos posteriores. En 1521 se produce una incursión por tropas franco-navarras procedentes de Baja Navarra en su intento de reconquista y expulsión del invasor, en las que participaban los hermanos de Francisco Javier. Al mismo tiempo se subleva la población de varias ciudades, incluida la de Pamplona. Iñigo, que lucha con el ejército castellano y se encuentra en Pamplona en mayo de ese año, cuando llegan las tropas franco-navarras, resiste en el castillo de la ciudad, que es asediado, arengando a sus soldados a una defensa que resultaba imposible.[1] En el combate es alcanzado por una bala de cañón, una bombacha, que atraviesa entre sus dos piernas, rompiéndole una e hiriéndole la otra. La tradición sitúa el hecho el 20 de mayo de 1521, lunes de Pentecostés. El castillo cae el 23 ó 24 del mismo mes y se le practican las primeras curas y se le traslada a su casa de Loyola.
La recuperación es larga y dolorosa y con resultado dudoso al haberse soldado mal los huesos. Se decide volver a operar y cortarlo, soportando el dolor como una parte más de su condición de caballero.
En el tiempo de convalecencia lee los libros "la vida de Cristo", del cartujo Ludolfo de Sajonia, y el "Flos Sanctorum", que hacen mella en él. Bajo la influencia de esos libros se replantea toda la vida y hace autocrítica de su vida como soldado. Como dice su autobiografía;
Y cobrada no poco lumbre de aquesta leción, comenzó a pensar más de veras en su vida pasada, y en quánta necesidad tenía de hacer penitencia della. Y aquí se le ofrecían los deseos de imitar los santos, no mirando más circunstancias que prometerse así con la gracia de Dios de hacerlo como ellos lo habían hecho. Mas todo lo que deseaba de hacer, luego como sanase, era la ida de Hierusalem, como arriba es dicho, con tantas disciplinas y tantas abstinencias, cuantas un ánimo generoso, encendido de Dios, suele desear hacer.
Este deseo se ve acrecentado por una visión de la Virgen con el Niño Jesús, que provoca la definitiva conversión del soldado en religioso. De allí sale con la convicción de viajar a
Jerusalén con la tarea de la conversión de los no cristianos en Tierra Santa.

Aspiraciones religiosas

En Barcelona se hospeda en el Monasterio de Montserrat de los Benedictinos (25 de marzo de 1522), donde colgó su vestidura militar frente a la imagen de la Virgen y abandona el mismo con harapos y descalzo. De esa forma llega a Manresa, donde permanecerá por diez meses, ayudado por un grupo de mujeres creyentes ,entre las cuales tiene fama de santidad. En este período vive en una cueva en donde medita y ayuna. De esta experiencia nacen los Ejercicios Espirituales, que serán editados en 1548 y son la base de la filosofía ignaciana.
En Manresa se produce el cambio drástico de su vida, cambiar el ideal del peregrino solitario por el de trabajar en bien de las almas, con compañeros que quisiesen seguirle en la empresa.
Llega a
Roma y seguidamente el 4 de septiembre de 1523 a Jerusalén, de donde tiene que volver a Barcelona.
Su amiga Isabel Roser le aconseja que inicie estudios. Aprende latín y se inscribe en la universidad. Estudia en
Alcalá de Henares desde 1526 a 1527; vivió y trabajó en el Hospital de Antezana como enfermero y cocinero para los enfermos. Posteriormente, va a Salamanca hablando a todos sobre sus Ejercicios Espirituales, cosa que no es bien vista por las autoridades y le acarrea algunos problemas, llegando a encarcelarle por algunos días. En vista de la falta de libertad para su plática en España, decide irse a París.

Estudios en París

En febrero de 1528 entra en la Universidad de París, donde permanece por más de siete años, aumentando su educación teológica y literaria y tratando de despertar el interés de los estudiantes en sus Ejercicios Espirituales.
Para
1534, tenía seis seguidores clave: Francisco Javier, Pedro Fabro, Alfonso Salmerón, Jacobo Laínez, Nicolás Bobedilla y Simón Rodrigues (portugués).

Fundación de la Compañía de Jesús

Viaja a Flandes e Inglaterra para conseguir dinero para su obra. Tiene ya muy perfilado el proyecto y compañeros que le siguen. El día 15 de agosto de 1534 los siete juran en Montmartre servir a nuestro Señor, dejando todas las cosas del mundo y fundan la Sociedad de Jesús, que luego sería la Compañía de Jesús. Deciden viajar a Tierra Santa y si no pueden, ponerse a las órdenes del Papa.
Ignacio parte a su tierra, por motivos de salud, y está por un período de tres meses. Luego hace varias visitas a los familiares de sus compañeros, entregando cartas y recados, y se embarca para Venecia, donde pasa todo el año de
1536, que aprovecharía para estudiar. El 8 de enero de 1537 llegan los compañeros de París.
El Papa
Pablo III les dio la aprobación y les permitió ordenarse sacerdotes. Fueron ordenados en Venecia por el obispo de Arbe el 24 de junio. Ignacio celebrará la primera misa en la noche de Navidad del año 1538. En ese tiempo se dedican a predicar y al trabajo caritativo en Italia. Parte a Roma a pedir permiso para ir a Jerusalén y se lo dan, pero por problemas bélicos no pueden llegar y se ponen a la órdenes del Papa.
En el viaje a Roma sucede un hecho importante en la vida de Ignacio. En Storta tiene una experiencia espiritual de excepcional trascendencia, que su autobiografía recoge así:
oración, tuvo tal mutación en su alma y ha visto tan claramente que el Padre le ponía con Cristo, su Hijo, que no sería capaz de dudar de que el Padre le ponía con su Hijo. Con esta expresión reveló la unión que desde entonces sintió con Cristo. Laínez completó estos datos, añadiendo que la visión fue trinitaria, y que en ella el Padre, dirigiéndose al Hijo, le decía: Yo quiero que tomes a éste como servidor tuyo y Jesús, a su vez, volviéndose hacia Ignacio, le dijo: Yo quiero que tú nos sirvas.


Esto determinará la fundación de la Compañía de Jesús, sería el remate a lo que comenzó en Manresa con los Ejercicios Espirituales. La directriz era clara: ser compañeros de Jesús, alistados bajo su bandera, para emplearse en el servicio de Dios y bien de los prójimos.
En octubre de
1538, Ignacio se encaminó hacia Roma, junto con Fabre y Laínez, para la aprobación de la constitución de la nueva orden. Un grupo de cardenales se mostró a favor de la constitución y Pablo III confirmó la orden mediante la bula Regimini militantis (27 de Septiembre de 1540), pero limitaba el número de sus miembros a sesenta. Esta limitación fue revocada a través de la bula Injunctum nobis (14 de marzo, 1543). Así nacía la Societas Iesu, la Compañía de Jesús o, como se le conoce comúnmente, los Jesuitas.

Superior General de los Jesuitas

Ignacio fue elegido Superior General de su orden religiosa. Envió a sus compañeros como misioneros por Europa para crear escuelas, universidades y seminarios donde estudiarían los futuros miembros de la orden, así como los dirigentes europeos.
En
1548, sus Ejercicios Espirituales fueron finalmente impresos y fue llevado incluso a la Inquisición Romana, pero fue rápidamente dejado libre.
Ignacio escribió las Constituciones Jesuitas, adoptadas en
1554, las cuales crearon una organización monacal, exigiendo absoluta abnegación y obediencia al Papa y superiores (perinde ac cadaver, "disciplinado como un cadáver"). Su principio fundamental se volvió el lema Jesuita: Ad Maiorem Dei Gloriam ("A mayor gloria de Dios").
Los Jesuitas jugaron un papel clave en el éxito de la
Contrarreforma.
Durante el período
1553-1555, Ignacio le dictó su biografía a su secretario, el Padre Gonçalves da Câmara. Esta autobiografía es una pieza importante para entender sus Ejercicios Espirituales. Pero el original quedó archivado e inédito durante 150 años, cuando Bollandisten publicó el texto en Acta Sanctorum.
La compañía se extiende por Europa y por todo el mundo y solamente está obligada de responder de sus actos ante el Papa.
En
1551 Ignacio de Loyola quiere que se le sustituya al frente de la Compañía, pero su solicitud de renuncia es rechazada. Al año siguiente muere Francisco Javier, a quien Ignacio tenía en mente para su sustitución.
Surgen divergencias en el seno de la dirección de la Compañía. Simao Rodrigues, uno de los fundadores, se rebela contra Ignacio desde Portugal, Bobadilla critica el modo de mando de Ignacio, y su amiga Isabel Roser quiere fundar una compañía femenina, a lo que Ignacio se niega.
Dirige la Compañía desde su celda en Roma y va ordenando todo lo que ha ido creando hasta poco antes de su muerte. La Compañía crece y pasa a tener miles de miembros, a la vez que se granjea muchos amigos y enemigos por todo el mundo.
Muere el
31 de julio de 1556, en el transcurso de una enfermedad en su celda de la sede de los Jesuitas en Roma.

Patronazgos

Es santo patrón de las provincias vascas de Guipúzcoa y Vizcaya.
San Ignacio de Loyola es el
patrono de la ciudad de Junín, Argentina, donde el principal templo católico es la Iglesia Matriz San Ignacio de Loyola.

Iglesia Matriz San Ignacio de Loyola, en Junín, Argentina.
Además, son muchos los monumentos, iglesias, calles, plazas e instituciones dedicados a Ignacio de Loyola en todo el mundo.
En el
siglo XVII se levantó una basílica en su nombre en su ciudad natal de Azpeitia (Guipúzcoa), así como un complejo monasterial que rodea su casa natal.
En
Deusto (Vizcaya), un barrio y la estación de Metro San Inazio se llaman así en su memoria.
En el Perú, hay una provincia que lleva su nombre. Al norte del departamento de Cajamarca se encuentra la provincia de San Ignacio, la cual fue creada en 1965 con la ley nº 15560 y lleva a San Ignacio de Loyola como el patrón de la ciudad y cada 31 de julio de celebra la fiesta patronal en honor a su santo patrón San Ignacio de Loyola.En el Cuzco había una universidad regentada por los jesuitas en el virreinato del Perú de este nombre.En Lima hay una universidad privada recientemente creada con el mismo nombre.
En Roma su sepulcro se venera en la Iglesia del Gesù, y en el siglo XVII, al poco tiempo de su canonización, se levantó una
iglesia en su nombre como capilla del Colegio Romano que él mismo había fundado.
El número de instituciones educativas dedicadas al santo es proporcional a la inmensa labor educativa llevada a cabo por la
Compañía de Jesús.

jueves, 29 de mayo de 2008

Villalar

Este día, el 23 de abril, se celebra la fiesta de Castilla y León recordando la sublevación de los comuneros castellanos contra el Rey Carlos I de España que tuvo lugar en el año 1521.
Tenemos que hacer un poco de historia para conocer los acontecimientos que tuvieron lugar en ese tiempo y conocer el origen de esta fiesta. En el año 1517 Carlos I (nieto de los Reyes Católicos e hijo de Juana la Loca) es nombrado rey de España, nacido y educado en Flandes. Cuando llegó a nuestro país no hablaba castellano; Esta circunstancia, unida a que elevó los impuestos para combatir la grave crisis económica que atravesaba Castilla desde la muerte de Isabel la Católica y que la mayoría de los cargos públicos eran ocupados por consejeros flamencos, hizo que en Castilla se creara un malestar generalizado en contra del Rey.
En el año 1519, dos años después de su coronación como Rey de España, recibe la notificación de su elección como emperador de Alemania. El viaje hasta este país es largo y para poder realizarlo necesita recaudar fondos de Castilla. Las cortes otorgan 220 millones de maravedíes para realizar su viaje a Alemania y poder ser coronado emperador como Carlos V de Alemania.
Con la marcha de Carlos I a Alemania, el monarca dejó un clima de descontento contra su persona que iba en aumento. La rebelión estalla en Toledo y se extiende por varias ciudades españolas (Burgos, Cuenca, Guadalajara, Salamanca, Segovia, Valladolid, Zamora...) Las revueltas quedan lideradas por sectores liberales; entre los personajes sublevados, destacan el toledano Juan Padilla, el segoviano Juan Bravo y el salmantino Francisco Maldonado.
Las milicias comuneras, dirigidas por Juan de Padilla a principio de 1521 tomaron algunas zonas de Castilla, pero el 23 de abril de 1521 las tropas imperiales vencieron al ejército comunero e hicieron prisioneros a los cabecillas de la rebelión, Padilla, Bravo y Maldonado que fueron decapitados en la plaza de Villalar el 24 de abril de 1521.
Después de la derrota de Villalar, el movimiento comunero se desintegró, y las ciudades castellanas capitularon una tras otra.
Monolito** a los comuneros
A partir de 1932 el pueblo de Villalar situado en la provincia de Valladolid a 14 kilómetros de Tordesillas, adoptó el calificativo de “Villalar de los Comuneros”. En dicha localidad existe un obelisco en la Plaza Mayor, donde se encuentra la piedra en la que decapitaron a los comuneros.
El 23 de abril, en Villalar, se celebra el día nacional de Castilla, pero no se conmemora sólo una guerra perdida, sino una lucha mantenida, una memoria viva que nos recuerda cada año la resistencia de un pueblo a perder su nación y sus libertades.
Cada 23 de abril las campas de Villalar se llenan de gentes peleonas y de izquierdas para recordar la derrota de los comuneros*.
La noche del día 22 se ameniza con música joven para animar la estancia a la gente que viene a acampar. Durante el día 23 hay diversos actos: música regional durante todo el día, ofrenda en el obelisco, actos políticos, mítines variados y actos reivindicativos.
* Los comuneros defendían los derechos y privilegios de los burgos castellanos frente al despotismo centralista del nuevo monarca.
** Monolito: Esta palabra compuesta proviene del griego y está formada por el prefijo mono (único, solo) y el sufijo lito (piedra). Sabiendo esto, no nos será difícil deducir su significado: columna formada por un solo bloque de piedra.

Amadís de Gaula


Amadís de Gaula, la novela caballeresca más importante de Europa, basada en la vida de un caballero cuyo nombre era Amadís, que realizó en forma sucesiva gran cantidad de aventuras para lograr el amor de una hermosa dama llamada Oriana. La obra comienza con la narración de los orígenes del protagonista. Iniciándose con la presentación del Rey Perión de Gaula que en busca de aventuras penetra a un bosque en Bretaña, por medio de lo cual llega a conocer a quien posteriormente le dio un hijo, una mujer, una princesa que se avergonzó de sus amores con el rey, ya que estos habían sido a escondidas, frustrada y desconsolada que decidió encerrarse durante su embarazo, y al momento del nacimiento de su hijo lo coloca en un arca con la única identificación de una cinta con el nombre de Amadís, y fue lanzado al mar; este fue rescatado por un caballero de Gandales, quien le brindo todos los cuidados necesarios, criándolo como a su propio hijo. Y entonces por medio de dicho buen caballero, es presentado en la corte de Escocia, en donde conoce a la bella Oriana, surgiendo así el motivo por el cual Amadís realiza todas sus hazañas, “El amor hacia su doncella”. Durante la vida de este caballero, fueron muchas las aventuras que vivió, las peleas y las batallas por las que tuvo que pasar. Incluso con sus propios hermanos, cabe destacar que eso sucedía sin que ambos conociesen su parentesco, esto se refiere al caso con su hermano Galaor que resulto secuestrado y dado al cuido de un ermitaño y es por ello que no conocían sus orígenes por lo cual fueron capaces de combatir a duelo. Es luego de tantas aventuras que vuelve a que su padre y es reconocido como hijo de Perión y Elisena, gracias a que su madre lo identifico con un anillo y una espada al momento que lo abandonó. Entre sus aventurezcas hazañas, tuvo que rescatar a su amada y apreciada Oriana de las maléficas manos de su peor enemigo Arcalaus quien además de secuestrar a su amada intento destronar al Rey Lisuarte, aprovechando la ausencia de Amadís. Continúan las aventuras de Amadís, buscando la justicia, ayudando a la Reina Briolanja quien fue despojada de su Reino por Abiseos. Logrando el caballero vencer al impostor y además devolviendo el trono a la Reina. Es tanto el amor que Amadís le tiene a Oriana que fue capaz de rechazar a toda mujer que de el se enamorara, entre ellas Briolanja. Oriana a pesar de que su amado rechazaba a cualquier otra mujer, llena de celos y mal informada, le escribe una carta a Amadís en donde le quitaba su amor. Amadís desconsolado abandona la caballería, pero solo hasta que es perdonado por su amor, y se casaron en secreto. Es aquí donde se puede apreciar con claridad lo que el autor resalta como principal motivo que empujaba al caballero a actuar, el amor que sentía hacia Oriana. La obra culmina con el episodio de Esplandian, hijo que producto de los amores en secreto de Oriana y Amadís, deciden entregar a una ermitaña para que lo criara y viera de el. Después de algunas aventuras por parte del protagonista, este descubre que a su amada esposa secreta la iban a casar con el Emperador de Roma, y para evitarlo vence a su rival, rescatando a Oriana y confirmando a la luz pública su matrimonio dando asi la trascendencia que tal situación le porporciona. Terminando así el relato de las hazañas de un gran caballero, movido por su corazón es “Amadís de Gaula”.

Pícaro

El protagonista de la novela picaresca es el pícaro. Estas son sus características más importantes:
Suele ser un muchacho joven, aunque también hay pícaras.
Tiene un origen extremadamente humilde.
Su vida presente es deshonrosa y no mejor que su pasado.
Sirve a varios amos durante su vida.
Es astuto y tiene un conocimiento práctico de la vida.
Cuando su situación social o material mejora, no es por mucho tiempo.
Las adversidades de la vida hacen que su carácter se haga o sea cínico.
Suele ser ladrón y se mueve dentro del mundo de la delincuencia y al margen de la sociedad.
Apenas tiene moralidad.
Los rasgos negativos de la personalidad del pícaro se acentúan en novelas posteriores al Lazarillo.

Arte renacentista









El Renacimiento expresa un movimiento y una época donde se retorna al estudio e imitación de la literatura, arte y filosofía de la antigüedad clásica griega y romana En pintura la renovación hacia lo clásico se realiza por medio del estudio del natural y de la aplicación de las leyes de la perspectiva, únicamente este arte recibe la influencia greco-romana a través de la arquitectura y la escultura.Los cimientos de la renovación son varios, el eje más atrayente es el Humanismo orientado hacia el papel central del hombre y sus actos. La anatomía del hombre fue objeto de un minucioso estudio por parte de científicos, que dibujaban ordenadamente sus descubrimientos, involucrándose con frecuencia el rol del científico con el del pintor. Un pintor convenía de tener profundos conocimientos de teología, historia y mitología para estar autorizado en la representación de la historia que debería de narrar, el tornar a concentrarse en lo humano no es una dejadez de lo divino, por el contrario, lo divino es percibido desde la perspectiva humana para conferirlo de mayor significación: Dios trata de concebirse evidente a la razón humana, en vez de limitarlo a la impresión de la fe. Para una conveniente representación de la historia y de los personajes el pintor debería de laborar terceras ramas del saber: para los seres humanos, sé artículo anatomía y fisiología, también hubieron de estudiar mitología, lenguas clásicas y teología para representar dignamente, las escenas, los vestidos y los ambientes. La conquista de la tercera dimensión es fortalecida al colocar las figuras sobre un paisaje o en un interior, así tanto el propio volumen de la figura establece la profundidad, como también el hecho de moverse en un espacio aéreo a su alrededor.La mayor parte de la producción artística siguió consagrada al tópico religioso, con tres propósitos fundamentales: acrecentar la garantía de la predicación, lograr la emoción del fiel y conservar el dogma por medio de las imágenes. No obstante se introduce con ímpetu la pintura profana; por un lado germina el retrato representando a los mecenas de los pintores o a efigies representativas del saber, tanto moderno como antiguo; por otro la invasión del neoplatonismo florentino con representaciones paganas que se reajustan al cristianismo. La razón se recupera apoyándose en la reintroducción de la sabiduría clásica: los textos de la antigüedad que se atesoraban se traducen. Se inicia con vigor la pompa del retrato, se introducen mitologías, usualmente con trasfondo religioso e incluso misteriosos, es el caso de la obra de Botticelli, EL TRIUNFO DE LA PRIMAVERA.
Es esta etapa cuando los artistas principian en firmar sus obras, sus antecedentes biográficos son recogidos por los entendidos en arte, y sus teorías pictóricas están impregnadas de gran elaboración intelectual. El renacimiento se organiza en dos hemisferios, el Quattrocento o siglo XV y el Cinquecento o siglo XVI
En el Renacimiento, sus integrantes se autodenominan como hombres del Renacimiento, e inauguradores de una nueva Edad, la Edad Moderna, por oposición a la Edad Media , lazo de transición entre la grandiosidad de la Antigüedad clásica y su propia época.

Características del Renacimiento en los siglos XV y XVI:
El comienzo del Renacimiento Italiano suele datarse hacia el año 1420, el Renacimiento florentino es considerado por algunos historiadores del arte como un retomar la época de esplendor del Trecento temprano, en el cual se destacó Giotto por su naturalismo, donde según Vasari la renovación del arte se realiza por la imitación de la naturaleza que para él es lo mismo que el retorno de aquel (Giotto) a los maestros de la antigüedad.La pintura del Renacimiento se data en Masaccio (1401-1428). La arquitectura en el florentino Filippo Brunelleschi (1377-1446) y la escultura en Donatello (1386-1466)En la pintura renacentista Masaccio manifiesta el naturalismo de las representaciones figurativas y escénicas y el ilusionismo espacial logrado por la perspectiva central con que crea sus imágenes.Otra característica del Renacimiento en Italia es el surgimiento del individualismo, el hombre se reconoce como individuo espiritual y como indicio de la creciente conciencia de si mismos que cobran los hombres del siglo XVI, toma reanimación, la pintura de retratos donde príncipes , nobles y miembros del alto clero se hacen retratar y también miembros de la burguesía como los comerciantes, los banqueros, artesanos y eruditos humanistas e inclusive los artistas que lograron ganarse el reconocimiento de la sociedad y gozar de sus privilegios.
Se pretendía especialmente en el siglo XV y XVI alcanzar la meta de convertirse en el hombre universal versado en muchas disciplinas, ideal que corresponde a algunos elegidos como Brunelleschi, Ghiberti, León Batista Alberti, Francesco Di Giorgio, Donato Bramante, Leonardo Da Vinci, Miguel Ángel Buonarrot y otros. En su mayoría también eran arquitectos.La arquitectura no era considerada oficio autónomo ni poseía un sistema de formación propio, dado que quien era arquitecto anteriormente tendría formación artesanal en otra disciplina donde demostraría su destreza avanzando posteriormente en tareas de mayor envergadura donde se precisarían conocimientos en geometría y de teoría de las proporciones de la arquitectura antigua.Los pintores y escultores ganarían su reconocimiento al no ser considerados artesanos normales, en la clasificación medieval de la pintura y la escultura , estas serían artes "mecánicas" no liberales. Condicionalmente las artes liberales se enseñaban en las universidades, entre ellas se destacan las disciplinas elementales como la gramática, lógica y retórica y las más elevadas como, aritmética, geometría, música y astronomía. La importancia de una formación elevada para los pintores y escultores la destacaría Ghiberti que sostenía que debían estudiar gramática , geometría, aritmética, astronomía, filosofía, historia, medicina, anatomía, perspectiva y "diseño teórico"."La Puerta del Paraíso" del Baptisterio de Florencia realizada por Ghiberti marcará un punto de inflexión en la historia del arte.Hasta entrado el siglo XV la palabra "artista" era utilizada para nombrar a los estudiantes de las artes liberales y no para un pintor y escultor. Pero los artistas como Ghiberti durante los siglos XV y XVI se emanciparon de la programática teológica dándole al concepto "artista" su significado moderno, el ser artista denota un ascenso de estatus social.Anteriormente la iglesia había sido patrocinadora del arte pero en la Italia renacentista la mayoría de las imágenes serían encargadas por laicos. Los laicos y religiosos se comportaban como personas privadas o representantes de diversas corporaciones como los gremios responsables de las obras de la Catedral y del Baptisterio que encargaban mayormente obras como esculturas. Entre los corporativos se hallaban las hermandades destinadas a las tareas religiosas o caritativas que también se relacionaban con la política y la cultura. El Estado o Gobierno de las ciudades de la misma manera se mostraría como comitente.Poco se diferenciarían los comitentes públicos de los privados cuando se habla de príncipes que actuaban como regentes del Estado, que no diferenciaban entre las funciones públicas y privadas. Los artistas recibían encargos de ellos y en oportunidades un empleo fijo como Leonardo Da Vinci en Milán. Este empleo tendría dos caras, dado que la mayor seguridad económica y aumento de prestigio estaba concatenada a obligaciones de presencia y dependencia en lo referido a la ejecución del trabajo.Hay tres tipos de motivaciones para los encargos de pintura y escultura: la piedad, el prestigio y el placer, siendo esta la que ganaría importancia en el siglo XV y XVI las familias donde se destacara más esta característica será en las de formación Humanística, dado que entre los príncipes y representantes de las grandes familias, que actuaban como mecenas de las artes, los maestros humanistas, encontrarían sus alumnos. Así también en ocasiones los artistas recurrirían al consejo de los humanistas, en cuestiones de mitología clásica y de historia de la antigüedad para la realización de sus imágenes.Los humanistas serían los primeros en difundir conocimientos de la tradición clásica por ser conocedores de literatura, también aquí los estímulos se remontarían al Trecento en el que la Antigüedad Clásica y su legado literario se reactivaría. Siendo Petrarca (1304-1374) transmisor del entusiasmo por la antigüedad a sus discípulos. Destacándose Coluccio Salutati que ocupara en 1375 el cargo de canciller en Florencia y se convertiría en el pionero de la Filología Clásica , entre sus alumnos se encuentran los humanistas de la próxima generación: Leonardo Bruni, Pietro Paolo Vergerio y Poggio Bracciolino. La percepción de la antigüedad humanística en los siglos XV y XVI se eleva al rango de ciencia en el plano teórico e ideológicamente en lo práctico se tematiza la relación entre el Renacimiento y la Antigüedad.En lo que refiere a la arquitectura: el Papa Nicolás V sería uno de los más grandes constructores del Renacimiento y comitente de León Battista Alberti quien fue participe en los proyectos para reconstruir el Vaticano, el Papa consideraba que la pintura era capaz de hacer visible el poder divino, mostrando a las divinidades como hombres y mujeres reales y llenos de vida, mientras que la arquitectura presentaba obras para la eternidad donde las personalidades e instituciones gobernarían en el presente y los siglos venideros.Con sus edificios recuperó un imperio desaparecido y lo pobló con los cristianos poniendo al frente al Papa como nuevo Pontifex Maximums reconstruyendo la Iglesia de San Pedro con un mayor esplendor y porte clásico dándole la apariencia de un "Monumento Perpetuo" creado por la mano de Dios siendo una prueba eterna de que a los papas le correspondía tanto el poder terrenal en Roma así como las llaves del cielo y de la tierra entregadas por Cristo a Pedro, primer Papa fundador de la Iglesia.De este modo se recrea la Antigüedad como un imperio cristiano eterno. Siendo el Renacimiento un instrumento persuasivo, de la historia de Italia y utilizado como legitimador de una autoridad temporal y espiritual. Se puede limitar la arquitectura papal a los siglos XI y XVI donde alcanza el papado su máximo poderío y estuvo enmarcado en los movimientos de reforma religiosa decisivos. Donde el empeño de la iglesia fue fortalecer y propagar la fe en una comunidad en crecimiento especialmente, en el vulgo y la población laica no perteneciente a la nobleza.El vulgo que se enriquecía crecía y emigraba a las ciudades cuando antes vivía en las tierras de los señores feudales o en pequeñas poblaciones de Italia, la Iglesia desidio prestarle una mayor atención y su arquitectura sería un medio de propaganda papal dirigida a los más receptivos y a los que serian su posterior apoyo. Los nuevos edificios y sus tipos se atribuían a las diversas instituciones creadas por el vulgo que eran destinatarias de la propaganda arquitectónica papal.En el siglo XV personalidades importantes y familias pudientes construyeron sus residencias privadas, urbanas y de extramuros así como nuevos centros creados para la vida política y cultura cortesana de las ciudades, aplicando las formas arquitectónicas inspiradas en la Antigüedad. Desde el siglo XV al XVI también construyeron lejos de las ciudades, villas con jardines como nuevo centro de la cultura cortesana en Italia.

Felipe II



Nació en Valladolid en 1527, hijo del emperador Carlos Vy de Isabel de Portugal.
En 1543, con 16 años, empezó su experiencia de gobierno al sustituir al emperador en las ausencias de éste, pero no fue hasta 1556 que se convirtió en gobernador de todas las posesiones de su padre fuera de Alemania. Durante cincuenta años gobernó el mayor imperio del mundo, definido en la época como veinte veces mayor que el Imperio Romano.Su carácter era reservado y ocultó su timidez e inseguridad bajo una seriedad que le valió una imagen de frialdad e insensibilidad. Pocos fueron sus amigos, y ninguno gozó completamente de su confianza, pero no fue el personaje oscuro y amargado que se ha transmitido en la historia.Le gustaba la soledad y la intimidad, pero también la música, la vida nocturna y las fiestas. Con todo, evitaba las multitudes para disfrutar del campo y del hogar. Amante de la naturaleza y los jardines, era un gran aficionado a la caza y la pesca, aunque sólo practicaba estas actividades cuando estaba demasiado cansado para seguir trabajando. Fue un hombre inteligente, muy culto y formado, aficionado a la música, el arte, el coleccionismo y muy especialmente a la arquitectura.Gobernó el sistema político más grande que ha existido nunca, y lo hizo convirtiendo Madrid en el centro político mundial. Interesado y preocupado por los asuntos de Europa y del resto del mundo, nada lo sentía como ajeno pero todo lo vio desde la óptica española.

martes, 20 de mayo de 2008

LEONARDO DA VINCI


Primeros años (1452-1470)
Leonardo Da Vinci nació el
15 de abril de 1452, en Anchiano, una aldea cerca de la ciudad de Vinci en el valle del Arno, dentro de los territorios de Florencia, aunque para otros nació en Vinci, de ahí su "apellido", antes de que se adoptaran las convenciones de nombres actualmente vigentes en Europa, por lo que a su nombre de pila se añadió el de su padre (Ser Piero) y la localidad de nacimiento siendo entonces "Leonardo di Ser Piero da Vinci". Sin embargo, Leonardo acostumbraba firmar sus trabajos como Leonardo o Io, Leonardo (yo Leonardo), es decir, sin emplear el nombre de su padre, lo que induce a pensar que era hijo ilegítimo. Su madre se llamaba Caterina, y el abuelo paterno, Antonio, escribió que: «Nació un nieto mío, hijo de ser Piero mi hijo el día 15 de abril en sábado [a las 22.30 horas] [...] Se llama Lionardo. Lo bautizó Piero di Bartolomeo da Vinci, en presencia de Papino di Nanni, Meo di Torino, Pier di Malvolto, Monna Lisa di Domenico di Brettone». En el catastro de Vinci, en las notas del año 1457, se refleja que el llamado Antonio tenía 85 años y vivía en el pueblo de Santa Croce, marido de Lucia, de 64 años, y tenía dos hijos Francesco y Piero, de 30 años, casado con Albiera, de 29, y con ellos vivía «Lionardo hijo del dicho ser Piero no legítimo nacido de él y de Chataria actualmente casada con Achattabriga di Piero del Vacca da Vinci, de 5 años».
Poco se sabe de sus primeros años, que han sido tema de conjeturas históricas por
Vasari y otros. Leonardo más tarde sólo hablaría de dos incidentes de su infancia. Uno de ellos, que él consideraba como una profecía, fue que un halcón bajó del cielo y sobrevoló su cuna, con las plumas de la cola rozándole el rostro. Desde niño mostró aptitudes para las artes plásticas, principalmente el dibujo, así como la geometría, la mecánica y la música. Poseía una gran capacidad de observación lo que le valió no sólo a su obra artística sino también a otros temas que estudió como la física (principalmente la mecánica), la música o el naturalismo (ahora biología), un gran realismo y una naturalidad sobresaliente.
Parece ser que en el año 1466, Leonardo y su familia marcharon a vivir a
Florencia. El abuelo Antonio murió en el año 1468 y en las actas catastrales de Vinci, Leonardo, que tenía 17 años, resulta ser su heredero, junto con la abuela Lucia, el padre Piero, la madrina Francesca, y los tíos Francesco y Alessandra. Al año siguiente la familia del padre, convertido en notario de la Señoría florentina, junto a la del hermano Francesco, que estaba inscrito en el Arte della seta, se domiciliaron en una casa florentina, derribada ya en el siglo XVI, en la actual via dei Gondi.
Sus primeros bocetos eran de tal calidad que tan pronto como su padre los mostró al pintor
Andrea del Verrocchio, éste tomó al joven de catorce años como aprendiz en su taller, ya frecuentado por futuros artistas de la talla de Botticelli, Ghirlandaio, Perugino y Lorenzo di Credi. Así lo dice Vasari, referido al año 1462; no obstante, el ingreso de Leonardo en el taller de Verocchio fue posterior, encontrándosele como aprendiz en ese taller en 1469 ó 1470.
En un taller del
Quattrocento como el de Verrocchio, los artistas eran considerados sobre todo como artesanos y sólo un maestro como Verrocchio tenía una posición social. Los productos de un taller incluían escudos de torneo decorados, cofres de dote pintadas (cassoni), fuentes de bautizo, placas votivas, pequeños retratos, y pinturas devocionales. Los mayores encargos eran los retablos para iglesias y estatuas conmemorativas. Los contratos más importantes eran los ciclos de frescos para capillas. Como un aprendiz de catorce años, Leonardo habría sido enseñado en todas las innumerables habilidades que se empleaban en un taller tradicional.
Aunque muchos artesanos se especializaban en tareas tales como la realización de marcos, el dorado o los baños de bronce, Leonardo habría estado expuesto a un amplio conjunto de habilidades técnicas y habría tenido la oportunidad de aprender a hacer proyectos, química, metalurgia, trabajo en metales, enyesado, trabajo en cuero, mecánica y carpintería, así como las habilidades artísticas evidentes del dibujo, la pintura, la escultura y el modelado.

Juventud (1471-1481)
En la Compañía de los pintores florentinos de San Jesus, Leonardo aparece mencionado por vez primera en el año
1462.
El
8 de abril de 1476 se presentó una denuncia anónima contra diversas personas, por sodomía consumada con el diecisieteañero Jacopo Saltarelli. Aunque había cierta tolerancia hacia la homosexualidad en la Florencia de la época, la pena prevista en estos casos era severísima, directamente morir quemado. Además de Leonardo, entre los otros acusados estaban Bartolomeo di Pasquino y sobre todo Leonardo Tornabuoni, joven vástago de la potentísima familia florentina de los Tornabuoni, emparentada con los Médicis. Según algunos estudiosos fue la implicación de este último lo que jugó a favor de los acusados. El 7 de junio, la denuncia se archivó y los imputados fueron todos absueltos.
Más tarde, Leonardo montó su propio taller como escritor independiente en Florencia. El
10 de enero de 1478 recibió el primer encargo público, un retablo para la capilla de San Bernardo en el Palacio de la Señoría; recibió 25 florines de adelanto, pero no inició el trabajo, confiado en 1483 a Domenico Ghirlandaio y luego a Filippino Lippi, que lo acabó en 1485.
Al menos desde el año
1479 ya no vivía con la familia del padre Piero, como resulta de un documento del catastro florentino.
En
1480, según el Anónimo Gaddiano, "estaba [...] con Lorenzo el Magnífico y, dándole provisiones, le hacía trabajar en el jardincillo sobre la plaza de San Marcos en Florencia": la adquisición del terreno por parte de Lorenzo fue aquel año y por lo tanto, Leonardo tuvo que ejecutar trabajos de escultura y restauración.
En marzo de
1481 le encargaron la Adoración de los Magos, que no acabó, por partir hacia Milán, quedando la tabla incompleta en casa de su amigo Amerigo Benci, el padre de Ginevra, en el año 1482.

En Milán (1482-1500)
Para la primavera y el verano de
1482 Leonardo se encontraba en Milán, una de las pocas ciudades en Europa que superaban los 100.000 habitantes, en el centro de una región populosa y rica. Decidió establecerse en Milán al darse cuenta de que los potentes señores tenían siempre necesidad de nuevas armas para la guerra interna, y consideraba que sus proyectos en la materia eran dignos de ser considerados por el ducado de Milán, aliado de los Médicis.
Leonardo, que según dice Vasari, era un músico de gran talento, creó una
lira de plata en forma de cabeza de caballo, con la que Lorenzo de Médicis quedó tan impresionado que decidió enviarlos a los dos, la lira y su hacedor, a Milán, para asegurar la paz con Ludovico el Moro. «Tenía treinta años» - escribe el Anónimo - «cuando el llamado Lorenzo el Magnífico le envió al duque de Milán a presentarse él mismo con Atalante Migliorati una lira, pues era único en el arte de tocar tal instrumento». Es en Milán donde Leonardo escribió la llamada carta de recomendación a Ludovico el Moro (en realidad, sintiéndose inseguro sobre su modo de expresarse, la hizo escribir por un llamado "hombre cultivado"), conservada en su Códice Atlántico, describiendo ante todo sus proyectos de aparatos militares, de obras hidráulicas, de arquitectura, y sólo al final, de pintura y escultura. El duque se maravilló de todos los conocimientos que dominaba Leonardo: pintura, dibujo, mecánica, ingeniería militar y ciencias naturales. Podía hacer esculturas en mármol, bronce o terracota. También pequeños cañones (bombardas), trazar caminos y construir portones.

El 25 de abril de 1483, con los hermanos pintores Evangelista y Giovanni Ambrogio De Predis, por un lado, y Bartolomeo Scorione, prior de la Confraternidad milanesa de la Inmaculada Concepción, por otro, estipuló el contrato para un retablo a colocar sobre el altar de la capilla de la Confraternidad en la iglesia de San Francesco Grande; es el primer documento relativo a La Virgen de las Rocas, que atestigua su presencia en Milán, huésped de los hermanos De Predis en Porta Ticinese. La elaboración de este cuadro llevó bastante tiempo, implicó un litigio y acabó habiendo dos versiones de la obra.
Mientras tanto, en
1485 Ludovico el Moro le había encargado un cuadro para enviarlo como regalo al rey de Hungría Matías Corvino. En 1487 le pagaron los proyectos para el cimborrio de la catedral de Milán.
En los primeros meses del año
1489 se ocupó de las decoraciones, en el Castillo Sforzesco, para las bodas de Gian Galeazzo Sforza e Isabel de Aragón, interrumpidas de repente por la muerte de la madre de la esposa, Hipólita de Aragón, y escribe su Libro titulado de figura humana. Este mismo año debieron empezar los preparativos para una estatua ecuestre de Francesco Sforza, antepasado de Ludovico el Moro, pues el 22 de julio Pietro Alamanni comunicó a Lorenzo el Magnífico la demanda de Leonardo de obtener la colaboración de fundidores de bronce florentinos.

El
13 de enero de 1490 se reanudaron las fiestas por las bodas Sforza - Aragón, en las cuales, escribe el poeta Bernardo Bellincioni en 1493, «se había fabricado, con el gran arte e ingenio del Maestro Leonardo da Vinci florentino, el "Paraíso" con todos los siete planetas que giraban y los planetas estaban representados por hombres»; el 21 de junio marchó a Pavia junto con Francesco di Giorgio Martini. Es la época en que ejecuta una serie de pinturas de caballete como el Retrato de dama, llamado La Belle Ferronnière del Louvre.
En
1491 tomó a su servicio a Gian Giacomo Caprotti da Oreno, de diez años, llamado Salaí –diablo, un mote tomado del Morgante de Pulci - a quien Leonardo definió un año más tarde como "ladrón, embustero, obstinado, glotón", pero al que tratará siempre con indulgencia.
Se encargó, en
1492, de los festejos para las bodas de Ludovico el Moro y Beatriz de Este y para las de Ana Sforza y Alfonso I de Este.
En
1493, estando en el séquito del cortejo que acompañaba a Alemania a Bianca Maria Sforza, esposa del emperador Maximiliano I de Habsburgo, vio el lago de Como, visitó la Valsassina, la Valtellina y el Valchiavenna. El 13 de julio parece haber recibido la visita de su madre, Caterina.
En
1494 ejecutó trabajos de mejora en una finca de los duques cerca de Vigevano.
Inició en
1495 la Última Cena, en el refectorio de Santa Maria delle Grazie y las decoraciones de las estancias en el Castillo Sforzesco que interrumpió en 1496. En este año, la detallada lista de gastos para una sepultura y funeral sugiere la muerte de su madre Caterina.
En su novella LVIII,
Matteo Bandello, que conoció bien a Leonardo, escribe que lo vio a menudo
«la mañana temprano subir al andamio, porque la Última Cena estaba un poco en alto; solía desde que salía el Sol hasta la tarde oscurecida no quitarse nunca el pincel de la mano, olvidándose de comer y de beber, pintando continuamente. Después sabía estarse dos, tres o cuatro días, que no pintaba, y aún así se demoraba allí una o dos horas cada día y solamente contemplaba, consideraba y examinando para sí, sus figuras juzgaba. También lo ví (según que el capricho o antojo le tocase) marcharse a mediodía, cuando el Sol está en lo alto, a la corte vieja» - sobre el lugar del actual Palazzo Reale - «donde aquel asombroso Cavallo compuesto de tierra, y venirse derecho a le Grazie: y subiéndose al andamio tomar el pincel, y dar una o dos pinceladas a una de aquellas figuras, y luego de repente irse y andar a otro lugar».

La última cena
En
1497 el duque de Milán solicitó al artista que concluyera la Última Cena, que terminó, probablemente, a finales de año.
En
1498 terminó al decoración de la Sala delle Asse del Castillo Sforzesco. Del 2 de octubre de ese año es el acta notarial en la que Ludovico el Moro le donó una viña cerca del monasterio de Santa María delle Grazie y San Vittore.
En marzo de
1499 consta que estaba en Génova junto a Ludovico, sobre el cual se ceñía la tempestad de la guerra que él mismo había contribuido a provocar; mientras Ludovico estaba en Innsbruck, buscando en vano hacerse aliado del emperador Maximiliano, Luis XII conquistó Milán el 6 de octubre de 1499. Leonardo se encontró una mañana con que los arqueros franceses estaban usando su modelo de arcilla a escala real del caballo de la estatua ecuestre de Francisco Sforza como blanco de práctica para el tiro. El 14 de diciembre Leonardo hizo depositar 600 florines en el Hospital de Santa María Nuova de Florencia, que actuaba como banca y abandonó Milán con su asistente Salaino y el matemático Luca Pacioli.
En Milán, Leonardo había pasado el periodo más largo de su vida, casi 20 años, y volvió luego por periodos más cortos en años sucesivos. Durante los años milaneses Leonardo mantuvo su propio taller, en el que trabajaron varios aprendices. Muchos de los más prominentes alumnos o seguidores de la pintura de Leonardo lo conocieron en Milán o incluso trabajaron con él, entre los que puede citarse a
Bernardino Luini, Giovanni Antonio Boltraffio y Marco d'Oggiono.[5] Si bien al principio de su estancia debió tener algunas dificultades con la lengua hablada por el pueblo (en aquellos tiempos la lengua italiana como "toscano medio" no existía, todos hablaban sólo el dialecto propio), los expertos encuentran en sus escritos del final de esta época "lombardismos".
Leonardo permaneció primero en
Vaprio d'Adda, cerca de Bérgamo, en la villa del conde Giovan Francesco Melzi.
Luego pasó por
Mantua, siendo huésped de Isabel de Este, a la que hizo dos retratos a carboncillo. Llegó a Venecia en marzo de 1500. Allí fue empleado como un arquitecto militar e ingeniero, ideando métodos de defender la ciudad de un ataque naval, previsiblemente de los turcos. Decidió después regresar a Florencia.

Regreso a Florencia (1501-1508)
Leonardo volvió a Florencia a finales de abril del 1500.
Fue a Roma en marzo de 1501. En abril de ese año estaba de nuevo en Florencia, como huésped de los Servitas en la Santísima Anunciada; aquí dibujó el primer cartón de Santa Ana, la Virgen, el Niño y san Juanito, hoy en Londres; en dos cartas, Isabel de Este pide al carmelita Pietro di Nuvolaria un retrato de Leonardo o, subsidiariamente, "un cuadrito de la Virgen devoto y dulce como es su natural", pero el fraile le responde que "sus experimentos matemáticos le han distraído tanto de la pintura que no puede soportar el pincel".
Entró al servicio de César Borgia, hijo del papa Alejandro VI, en el año 1502, como arquitecto e ingeniero, siguiéndolo en las guerras de éste en Romaña; en agosto estuvo en Pavía, e inspeccionó las fortalezas lombardas de César. En Forlì conoció a Caterina Sforza, a la que algunos consideran que pudo ser el modelo de la Gioconda. También pasó por Cesenático.
Desde marzo de 1503 Leonardo se encuentra nuevamente en Florencia, donde, según Vasari, ejecuta La Gioconda y una Leda hoy perdida. En abril recibió el encargo del fresco de La batalla de Anghiari en el Salón de los Quinientos del Palazzo Vecchio; este mural público se ejecutaría junto con Miguel Ángel, que fue el elegido para ornar la pared opuesta.
En julio fue a Pisa, asediada por los florentinos, junto a Gerolamo da Filicaja y Alessandro degli Albizi para estudiar la posibilidad de desviar el río Arno y empantanar algunas zonas limítrofes con la ciudad y así lograr la capitulación.

Tumba de Leonardo da Vinci, Castillo de Amboise (Francia)
El 9 de julio de 1504 murió su padre, Piero; Leonardo anotó varias veces este hecho, en aparente agitación: "Miércoles a la hora 7 murió Ser Piero da Vinci, el día 9 de julio de 1504, miércoles cerca de la hora 7" y más allá, "El día 9 de julio de 1504 el miércoles a la hora 7 murió Piero da Vinci notario en el Palacio del Podestà, mi padre, a la hora 7. Tenía 80 años de edad. Dejó 10 hijos masculinos y 2 femeninos". El padre no lo nombró heredero y, contra los hermanos que le oponían la ilegitimidad de su nacimiento, Leonardo busca en vano el reconocimiento de sus razones: después de la causa judicial por él promovida, sólo el 30 de abril de 1506 se liquida la herencia de Piero da Vinci, de la cual fue excluido Leonardo.
Formó parte de la comisión que debía decidir la colocación del David (1505). Se cree que la presencia de Leonardo fue de importancia capital para el cambio de sitio de la escultura, aunque Miguel Ángel estaba disgustado por ello. La batalla de Anghiari le ocupó todo un año, recibiendo pagos de la República de Florencia por la obra hasta febrero de 1505.
En 1506 dejó Florencia y marchó nuevamente a Milán, comprometiéndose volver al cabo de tres meses, lo que no hizo, prolongándose su estancia en Lombardía más de lo previsto. Milán estaba entonces en manos de Maximiliano Sforza después de que mercenarios suizos expulsasen a los franceses. Tuvo dos estancias en Milán: de junio a octubre de 1506 y de enero a septiembre de 1507.
En este año de 1506 entró a formar parte de la casa de Leonardo Francesco Melzi, joven de quince años, hijo de un aristócrata de Lombardía y que poseía una gran apostura. Después de tempestuosas escenas de celos, Salai aceptó un nuevo arreglo en su relación con Leonardo, y los tres llevan a cabo varias giras a través de Italia. Aunque Salai fue siempre presentado como su discípulo, jamás produjo la más mínima obra. Melzi, en cambio, se convirtió en su discípulo y compañero de toda la vida. Viajó a Francia con Leonardo y estuvo con él hasta su muerte.
En 1508 está en Florencia, pero después regresa a Milán, ocupándose entre otros proyectos de una estatua ecuestre en honor de Gian Giacomo Trivulzio - en septiembre de 1508 habitando en la zona de la iglesia de San Babila; obtiene durante casi un año una provisión de 390 sueldos y 200 francos del rey de Francia.

Últimos años (1509-1519)
En el año 1509 hace estudios geológicos de los valles lombardos.
El 28 de abril de 1509 escribe haber resuelto el problema de la cuadratura del ángulo curvilíneo y al año siguiente estudió anatomía con Marcantonio della Torre en la universidad de Pavía.
Partió de Milán con dirección a Roma el 24 de septiembre de 1513, junto con sus alumnos Melzi, Salai, un tal Lorenzo y el Fanfoja. Se alojó en el Vaticano, en un estudio del Belvedere, bajo la protección de Juliano II de Médicis, hermano del papa León X. En la Ciudad Eterna trabajaban en aquella época pintores como Rafael, que estaba pintando al fresco los apartamentos papales, o Miguel Ángel, del cual estaba separado por una antigua enemistad; arquitectos como Bramante y Giuliano da Sangallo se ocupaban de la construcción de San Pedro. Pero Leonardo no tuvo mucho contacto con estos artistas, pues se dedicó a estudios matemáticos y científicos (mecánica, óptica). También buscó fósiles en el cercano Monte Mario, pero se lamentó con Giuliano que le impidiesen estudiar anatomía en el Hospital del Santo Espíritu. Se ocupó del proyecto de desecación de las Lagunas Pontinas - y fue aprobado por el papa León X el 14 de diciembre de 1514, pero no fue ejecutado por la muerte tanto de Giuliano como la del papa. También se ocupó de la sistematización del puerto de Civitavecchia.
En 1515 Francisco I de Francia volvió a tomar Milán. Leonardo recibió el encargo de hacer un centro de mesa, un león mecánico, para las conversaciones de paz entre el rey francés y el papa León X en Bolonia, donde probablemente conoció al rey.
En Roma comenzó a trabajar en un viejo proyecto de espejos que campasen los rayos de sol para calentar una cisterna de agua. Tuvo, no obstante, dificultades con los trabajadores alemanes, especialistas en espejos. Se cree que fueron ellos quienes estaban detrás de una carta anónima en la que se le acusaba de brujería. En ausencia de la protección de Giuliano de Médicis y teniendo en frente una situación preocupante, Leonardo se vio constreñido, una vez más, a marcharse. Esta vez había decidido abandonar Italia. Era anciano, necesitaba tranquilidad y alguien que lo apreciase y ayudara.
La última noticia de su periodo romano data de agosto de 1516, cuando medía las dimensiones de la Basílica de san Pablo.
En 1517 Francisco I lo invitó a su país, donde en mayo, junto a Melzi y el sirviente Battista de Vilania, se alojó en el castillo de Clos-Lucé, cerca de Amboise, honrado con el título de premier peintre, architecte, et mecanicien du roi y de una pensión de 5.000 escudos. La alta consideración de que gozaba queda demostrada incluso por la visita que recibió, el 10 de octubre de ese año, del cardenal de Aragón, Antonio de Beatis, y de su séquito; Leonardo le mostró una serie de pinturas que causaron su admiración y que han sido identificadas como la Gioconda, San Juan Bautista y La Virgen, Santa Ana y el Niño.
Proyectó el palacio real de Romorantin, que Francisco I pretendía erigir para su madre Luisa de Saboya: sería una pequeña ciudad, para la cual previó el desvío de un río que la enriqueciera con agua y fertilizase la campiña vecina. En 1518 participó en las celebraciones del bautizo del Delfín y de las bodas de Lorenzo de Médicis con una sobrina del rey francés. Ese mismo año Salai abandonó a Leonardo y retornó a Milán, donde más adelante (el 19 de enero de 1524) perecería en un duelo.
Leonardo falleció el 2 de mayo de 1519, en la mansión o castillo de Clos Lucé (Francia). Francisco I se había convertido en un amigo muy cercano. Vasari recoge que el rey sostuvo la cabeza de Leonardo en sus brazos al tiempo que moría, aunque esta historia, amada por los franceses y representada por Ingres en una pintura romántica, parece más una leyenda que realidad. Vasari también dice que en sus últimos días, Leonardo pidió que un sacerdote recibiera su confesión y le diera la extremaunción.
De acuerdo a sus deseos, 60 mendigos siguieron su ataúd. Fue enterrado en la capilla de Saint-Hubert en el Castillo de Amboise. Cincuenta años más tarde, violada su tumba, sus despojos se dispersaron en los desórdenes de las luchas religiosas entre católicos y hugonotes.
El 23 de abril Leonardo había redactado su testamento ante el notario Guillermo Boreau. Melzi fue su principal heredero y albacea, pero Salai no fue olvidado: recibió la Gioconda y la mitad del viñedo de Leonardo, correspondiéndole la otra mitad al sirviente De Vilanis. A su criada Maturina diez paños y dos ducados; a sus medio hermanos, 400 escudos depositados en Florencia y un poder en Fiesole.

Vida personal
Leonardo tuvo muchos amigos que fueron figuras destacadas en sus campos respectivos, o por su influencia en la historia. Entre ellos hay que incluir al matemático Luca Pacioli con quien colaboró en un libro en los años 1490 y César Borgia, a cuyo servicio estuvo los años 1502 y 1503. Durante esa época conoció también a Nicolás Maquiavelo, con quien más adelante desarrollaría una gran amistad. Entre sus amigos estuvieron Franchinus Gaffurius e Isabel de Este. Isabel fue probablemente su amiga femenina más cercana.
Más allá de la amistad, Leonardo fue reservado respecto a su vida privada. Afirmaba también tener una falta de interés en las relaciones físicas involucradas en la procreación humana:
"el acto de la procreación y todo lo que está relacionado con ella es tan desagradable que los seres humanos se extinguirían pronto si no existieran los rostros hermosos y las disposiciones sensuales"
Parece que no tuvo relaciones íntimas con las mujeres más allá de su amistad con Isabel de Este. Sus relaciones más cercanas fueron sus discípulos Salai y Melzi, habiendo escrito Melzi que los sentimientos de Leonardo hacia él eran amorosos y apasionados. Desde el siglo XVI se ha interpretado que estas relaciones eran de naturaleza homoerótica y desde esa fecha se ha escrito mucho sobre este aspecto (su posible homosexualidad) de la vida de Leonardo. Cabe señalar que la experiencia traumática sufrida en su juventud -el haber sido encarcelado durante dos meses acusado de sodomía- pudo haberlo llevardo a ser muy cauteloso con cualquier expresión sincera o indiscreta de su sexualidad.
A lo largo de su vida, Leonardo se mantuvo como vegetariano por razones éticas referentes, al parecer, al respeto a la vida de los animales. El florentino Andila Corsali, que había viajado a la India, dijo
«Los habitantes de este país, como nuestro Leonardo, no permiten que se haga daño a ninguna criatura viviente».